viernes, 1 de octubre de 2010

Pero con los pañuelos a mano...

Comienza octubre... Y con él llegan los pañuelos de tela al cuello, comprados en un puestecito cualquiera, y los pañuelos de papel al bolsillo; los "¡Vaya! Tenía que haber cogido una chaqueta más gorda..."; las primeras visitas al médico y los primeros "Ponme una Coca-Cola, que estoy a colocatiles...".

Vuelven las chanclas al armario, refunfuñando por la brevedad de su excarcelamiento, y la ropa de abrigo parece que no termina de hacerse al cuerpo (¿o es al revés?). Vuelve "rostro pálido", y la eterna duda: ¿gafas de sol o paraguas? Ambos... O mejor, ni uno ni otro.

Pues eso, octubre vuelve, el otoño también y a mí los cambios de estación me gusta verlos en el Retiro... Sin gafas y sin paraguas. Pero con los pañuelos a mano...

martes, 7 de septiembre de 2010

(Risas al otro lado)

- ¿Qué pasa mañana?
- ¿Qué pasa mañana?
- ...
- ¿?
- Mañana... 8 de septiembre.
- ¡Aaaah! Que envejezco... No más que otros días, pero parece que completar año suena feo...
(Risas al otro lado)

lunes, 6 de septiembre de 2010

Ya lo iremos viendo...

Primer día del último curso (que no último año, aunque debería...). Descontento general. Porque ya habíamos hablado una vez de cómo Bolonia me robó la Navidad (y las Ferias de mayo). Pero es que ahora quiere robarme el puente de diciembre, la Semana Santa, quiere que vaya a clase el día de mi cumpleaños (20 años sin pisar un aula ese día y te hacen pisarlo tu último año de carrera...)  y vete tú a saber qué más... Porque tengo pocas horas de clase, pero las tengo todas a la vez... Porque llegan a solaparse 3 asignaturas en una misma hora. Puedo imaginar al que diseña los horarios: "¿Quién va a ser tan tonto como para suspender Derecho Financiero y Tributario I y matricularse de Derecho Financiero y Tributario I y II?" Pues bien, señor mío, YO soy esa tonta...

Das media hora de cortesía (que ya es...) al profesor de la última clase, vuelves a Madrid y todo el mundo te pregunta: "¿Qué tal el primer día?" y tú dices "MAAAL" y sueltas una carcajada a continuación... Porque sabes que saldrás a flote, siempre lo haces... Escribes un mail que llegará al otro lado del charco en pocos minutos, augurando ataques epilépticos en caso de que a lo largo de la semana aparezcan nuevas asignaturas-de-obligada-asistencia-que-se-solapan-con-otras-asignaturas-de-obligada-asistencia, y rezas por que tu amiga, pese a llevar mes y pico con la sangre en la cabeza por estar todo el día boca abajo (la pobre se me ha ido al Hemisferio Sur... Aunque creo que, si tiene la sangre en la cabeza, no es sólo por eso...), te solucione la papeleta, haga gala de su eficiencia académica, juegue al tetris con tu horario y te diga cuál es la combinación ganadora...

Tu amiga se ríe delante del ordenador (será por eso de estar todo el día boca abajo...). Sus compañeros de residencia le miran raro. Se lo ha ganado. Tú te planteas ofrecer sexo salvaje al que diseñó los horarios de la URJC (sí, ése que pensó que nadie sería tan tonto de matricularse de TODO). Luego piensas en que podrías perjudicar a tus compañeros, piensas en el karma y en que el de los horarios puede ser un tío desagradable (y desagradecido). O una tía...

En fin... Que siempre salimos a flote. Y que la profesora de TDI I promete... Ya lo iremos viendo...

viernes, 3 de septiembre de 2010

Pero no he dicho que vaya a quedarme...

"Cuando perroflauta vuelve es que el verano se acabó, porque siempre estás ahí hasta el límite, ¡fulana!".

He vuelto, sí. Pero... ¿Dar por terminado el verano? Por ahí sí que no paso, que a mí me queda mucho septiembre que trotar... Que los planes se solapan y las clases no son tan importantes... Que hay gente a la que quiero ver desde hace meses... Y que a mí nadie me ha preguntado si quiero seguir el calendario del Plan Bolonia... Que cuando termine (que espero terminar algún año...) no tendré un grado (¿¿¿Un grado??? Suena a broma...). ¡Que yo me voy a ser feliz, malditasea!

He vuelto, sí. Pero no he dicho que vaya a quedarme...

martes, 31 de agosto de 2010

El movimiento se demuestra andando...

Orden puesto, armario ahuecado, apuntes encarpetados y Diógenes tratado (por lo menos, de momento...). Lo de aprender a vivir conmigo aún está en proceso, creo que siempre será así. En cualquier caso, quiero playa, quiero chiringuito y quiero salir de Madrid unos días más, para cogerlo con ganas de darle un buen mordisco... El movimiento se demuestra andando...

martes, 24 de agosto de 2010

Esta noche me las piro a enseñarle los dientes al mundo contigo...

Vuelta a Madrid... Agobio. No es culpa de los coches ni de la gente... Es culpa de un aislamiento autoimpuesto. 50 días desconectada, metida en una burbuja, a.k.a. Piedraescrita, cogiendo trocitos del mundo de verdad cómo y cuándo te interesa... Acostarte a las 4, levantarte a las 8 y sentir que no estás aprovechando el día... Volver a Madrid, recuperar las horas de sueño perdidas y saber que no estás aprovechando el día.

Vértigo ante la idea de volver a la vida que detuviste hace 50 días... Agobio al comprobar que no se ha detenido, que ha seguido su curso sin ti, sin consultarte... Bloqueo. Encontrar cambios y no saber cómo reaccionar ante ellos...

Tienes la posibilidad de comerte el mundo... Puedes quedarte ahí sentada, hecha un ovillo, mirando y sin atreverte a dar el primer mordisco, o puedes lanzarte y dejar que su jugo invada tu boca.

Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Walt Whitman

Poner orden, hacer hueco en el armario, meter los apuntes del curso pasado en carpetas... En definitiva, luchar contra el síndrome de Diógenes, convencida de que ése es el primer paso para volver a empezar, un lavado de cara para acostumbrarte a vivir contigo una vez más...

Esta noche me las piro a enseñarle los dientes al mundo contigo...
Marea (Marea, La Patera, 2001)

sábado, 21 de agosto de 2010

50 días de campamento y alguna herida de guerra...

Un cuaderno con las tapas desgastadas, visiblemente engordado, y un montón de papeles con juegos, culpables de la nueva talla de lo que pretendía ser una libreta para tomar notas... Arena en la mochila, en las botas, en las zapatillas... Duchas con la bañera a la mitad y el tapón puesto... Ropa con manchas de harina y témpera, varias coladas... Restos de harina en el pelo (resistente, a prueba de liendreras)... Raspones en todo el cuerpo... 225 nombres, algunos repetidos... 225 caras, todas diferentes (incluso las de los gemelos taciturnos que se zumbaban en cuanto les dabas la espalda).

50 días de campamento y alguna herida de guerra...

viernes, 25 de junio de 2010

Escribe tú, yo estoy muy liada

Se traspasa. No me digas que te tengo abandonado, estoy de exámenes. Tengo que estudiar. Y hacer descansos cada 20 minutos. Y tomarme cañas (y un par de rones) con viejos amigos de una noche. Y pintarme un ojo de rojo y otro de verde. Y poner morros porque no me dejan entrar a una tienda con todo al 50%. Y viciarme a los juegos tontos del "tonti". Y dibujar con el lápiz del MSN. Y engancharme a series absurdas. Y ponerme diademas de flores. Y hacer "miércoles montaditos". Escribe tú, yo estoy muy liada.

lunes, 14 de junio de 2010

Madrid, Madrid, Madrid...

A veces me gustaría ser de otra ciudad y venir a Madrid una temporada... Por estudios, trabajo o simplemente de visita. Y mirar esta ciudad con los ojos de un extranjero. Y decir, desde fuera, que tiene algo. Porque para mí lo tiene, pero yo no la miro ni la exprimo con el ansia del que está de paso...

Prisas, vagones de Metro hasta las patas, atascos, contaminación, individualismo... Planes para cualquier día de la semana, fiesta un lunes, El Retiro, el Templo de Debod, cañas en La Latina, paseos por Lavapiés, vistas desde Vallecas, afters clandestinos, Malasaña, arte en la calle...

Madrid, Madrid, Madrid...

domingo, 6 de junio de 2010

Quédate cerca, sin más...

Un trozo de tarta, unas velas recién sopladas y el olor a cera derretida mezclándose con el resto de olores del parque... El tequila sunrise de la noche anterior dando aún vueltas por la cabeza... Y un puñadito de regalos... Detalles sin importancia para una edad importante. Los dos patitos quedaron atrás, la niña bonita ni te cuento, pero parece que echarse un cuarto de siglo a la espalda merece una megacelebración... Y, si se trata de ti, más. Pero nunca se me dieron bien las sorpresas previsibles, es más divertido volver de los viajes un día antes... Y valoro más las sorpresas sin motivo aparente. Será que, aunque lo niegue, sí soy un poco rebelde sin causa...


 

¡FELIZ CUMPLEAÑOS, niño de los ojos color chocolate!

Espero cualquier cosa dentro de unos meses... No hagas nada. Quédate cerca, sin más...

sábado, 5 de junio de 2010

Eso no se ve, pero se sabe

Como quien no quiere la cosa, te encuentras un puñado de fotos antiguas... Y, qué cosas, la ilusión inicial deriva en un no no sé qué (qué sé yo) cuando te ves con gente con la que ya que no te ves... Has dejado muchas personas atrás. Más de las que te gustaría y menos, quizás, de las que mereces. Pero te dices que no puedes retroceder en el tiempo y cada vez es más difícil coger el teléfono y tú ya no eres la chica de esa foto y, supones, ellos tampoco.

Puede ser. Pero lo cierto es que dejaron huella en ti. De la que se ve y de la que no. Porque tu sonrisa, tus ojeras, las arruguillas que empiezan a asomar, todo eso fue cogiendo forma con cada una de ellas. Y eso se ve. Y se te pone la piel de gallina, porque también dejaron huella dentro... Eso no se ve, pero se sabe.

viernes, 28 de mayo de 2010

"Music is my radar"

"Canción", una palabra que siempre ha sonado muy dentro de mí...

Hay canciones que te tocan la fibra, que te desbordan, que te envuelven.
Hay canciones que reconoces cuando apenas han empezado a sonar y piensas: "¡Sí, sí, sí!".
Hay canciones por las que merece la pena quedarse 2 días sin voz.
Hay canciones que te hacen sacar el móvil a las 4 de la mañana.
Hay canciones que te noquean, porque dicen cómo te sientes en ese momento.
Hay canciones con las que intentas decir algo.
Hay canciones que, sencillamente, te encantan.
Hay canciones que te ponen del revés.
Hay canciones tuyas que, en boca de otra persona, te desarman.
Hay canciones rescatadas.
Hay canciones regaladas.
Hay canciones que te llegan.

Puede que no sea la palabra lo que suena, sino todo lo que lleva consigo...

"Music is my radar"

martes, 25 de mayo de 2010

Pero no dejas de sorprenderme...

Conversaciones con sorpresa y romper el hielo (con una persona que acaban de presentarte o con alguien que conoces de toda la vida...). Dos (de los muchos) placeres de mi vida... Y hoy me llevo los dos (y con uno de los de siempre...). Roto el hielo y quitada la escarcha, pregunta: "¿Cuál es el tesoro más valioso del mundo?".

Un enlace. Pinchas... Y la sorpresa: las palabras de Ariel (elegida mejor respuesta "por el usuario que pregunta"... Y por mí), que dice:

"El mundo mismo. Si estudiaras un poco de astronomía, te darías cuenta de lo pequeños, insignificantes, pero a la vez únicos e irrepetibles que somos. Apenas somos un puntito dentro de un mar de millones de estrellas como nuestro Sol, que conforman una galaxia. A su vez, existen incontables números de galaxias, con sus miles de millones de estrellas en su interior... Y en un rincón lejano, en una de las espirales de una galaxia, en el borde de la misma, se encuentra una pequeña estrella que se llama Sol. Y, girando alrededor de ese Sol, hay una motita pequeña llamada Tierra. Y, a pesar de ser tan chiquita, ocurren día a día eventos increíbles, y está llena de todo tipo de formas de vida. Y, entre esas formas de vida, hay una que piensa y siente, y es capaz de darse cuenta de su lugar en el universo... ¡Ése es nuestro tesoro, el más grande que vamos a tener!".
[Fuente: http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20070813145159AAPg72Q]

Puede que seas de los de toda la vida... Pero no dejas de sorprenderme...

viernes, 21 de mayo de 2010

Felicidad contagiosa...

12:23. Humanes, 6 minutos. "Muy bien, chata, otro día que llegas tarde".

Un jueves cualquiera, a la espera de un viernes (y de un tren) que parece que no llega... Un puñado de asientos vacíos, el volumen de la música demasiado alto y la mirada demasiado perdida... Supongo que, después de tantos años, he dejado de prestar atención a un paisaje idéntico que cambia todos los días...

Placebo se esfuerza por mantenerme al margen del mundo, pero un grito me hace volver al vagón y buscar con la mirada al responsable de mi regreso. Y lo encuentro. Y es el niño más precioso que he visto en mi vida y, a diferencia de mí, está alucinando con todo lo que hay al otro lado de la ventana: el mundo. Es un renacuajo, así que sólo consigue soltar exclamaciones, pero el jodío empieza a contagiarme esa excitación que producen las primeras veces...

Deja de mirar, de señalar y de gritar. Ahora sus ojos están en el pasillo, a mi espalda. Está tan atrapado que me hace darme la vuelta. Hay un chico tocando la guitarra... Ni idea de lo que canta. Bajo el volumen del iPod y reconozco la canción. No me gusta, pero es alegre. Al niño precioso sí le gusta; comienza a dar palmas y a bailar. Vale que no lleva muy bien lo de los ritmos, pero la música se le ha metido dentro... El chico de la guitarra cambia de vagón y el niño precioso se calma.

Me mira, se ríe, me arranca una sonrisa. Mira a mi izquierda, vuelve a quedarse atrapado, miro a mi izquierda. Hay una señora agitando una piruleta ante los ojos del niño precioso. Y él está que sí, que no, así que la señora se levanta, mueve sus generosas caderas hasta él y le tiende la piruleta. El niño precioso la coge con una sonrisa espectacular. Preciosa sonrisa para un niño precioso. La señora vuelve al asiento y me habla. Aunque hace rato que no llevo música, me retiro los auriculares por educación. Y ella repite... La oferta: una piruleta. Señora, es usted ENORME.

Llega mi parada. Me despido de la señora y le deseo (de corazón) que tenga un buen día. Guiño un ojo al niño precioso, le saco la lengua y bajo del tren pensando en lo fácil que es cambiarle el humor a alguien... Sigue siendo jueves y sigo llegando tarde, pero los jueves tampoco están tan mal, ¿no?.

Felicidad contagiosa...

lunes, 17 de mayo de 2010

"Piensa globalmente, actúa localmente"

"¡Que paren el mundo, que me quiero bajar!"
Y yo me bajo contigo, Mafalda.

Que a mí me va muy bien, oye... Pero soy una tía con suerte entre millones de personas sin suerte... Y vale que yo no puedo llegar y montar un mundo nuevo... Pero, si lo que somos hoy es resultado de muchos cambios... Y detrás de esos cambios ha habido personas... Y nosotros somos personas... Algo podremos hacer, ¿no?

"Piensa globalmente, actúa localmente"

viernes, 14 de mayo de 2010

Ellos tampoco tenían tanta prisa...

OTRO día de cielo gris (oscuro). Ya está bien, ¿no? Hay un montón de ropa fresquita esperando en el armario... Y mis pies dicen que no se meten en esas botas ni un minuto más. Pobrecitos ellos, que quieren chanclas... Paciencia, chicos... Yo también estoy cansada de este otoño-invierno-otoño... ¡Yo también quiero primavera! ¡Y solecito! ¡Y tirarme en el césped! ¡Y chiringuito! Pero nada, paraguas y a la calle...

Charco, saltito. Charco, saltito. Charco demasiado grande, saltito insuficiente, zapatilla-en-el-charco. Sí, me puse zapatillas, y de las que tienen agujeros. Lo hice por los pies (pobrecitos ellos, que quieren chanclas...). Zapatilla-en-el-charco, pie mojado. Pie mojado todo el día. Y resfriado. Y más charcos. Y más saltitos insuficientes. Y más zapatillas-en-el-charco. Y más pies mojados. Y más pies mojados todo el día. Y parece que ya tengo algo de fiebre... Y...

¡YA ESTÁ BIEN!

¿Y qué si llueve? ¡Que llueva! Ya está bien de penar por cuatro gotas... ¿Y qué si se te mojan los pies? ¡Que se mojen! Ya está bien de esquivar charcos... ¿Y qué si se te moja el pelo? ¡Que se moje! Ya está bien de paraguas... Y de morros torcidos. ¡Si el Sol siempre sale!

¿Y sabes qué? Que el Sol salío. A última hora, pero salió. Y parece que la ropa fresquita no tenía tanta prisa por salir... Y parece que los pies (pobrecitos ellos, que quieren chanclas...) agradecieron el remojón... Ellos tampoco tenían tanta prisa...

jueves, 13 de mayo de 2010

Tú te mueves, yo disparo...

Somos muy diferentes, ¿sabes?

Tú eres callado, yo hablo por los codos...
Tú eres casero, yo soy una cierrabares...
Tú tienes los pies en la tierra, yo hago el pino y tengo la cabeza llena de pájaros...
Tú eres IN-condicional, yo soy IN-termitente...

"¡Imposible! No funcionará..."
Y funcionó.

Tú te mueves, yo disparo...

lunes, 10 de mayo de 2010

¿Te hago sitio en el mío?

- ¿Qué piensas?
- Nada.
- ¿Cómo que "nada"?
- Pues eso, "nada"... ¿Qué piensas tú?
- ¡Muchas cosas!
- ...
- ¡Claro que sí! Yo pienso mucho, ¿sabes? Demasiado quizás... Pienso en qué quieres decir cuando hablas... En qué quieres decir cuando no hablas... En qué sientes, qué te preocupa, si disfrutas, si eres feliz... Y eso sólo cuando pienso en ti... Que pienso más cosas, vaya... Y parece que de tanto pensar me crece el cerebro y me encoge la cabeza... Bueno, eso no viene a cuento... ¿Ves? Pienso tanto que me voy del tema y me disperso y... ¿Por dónde iba? Ah, sí, por cómo te sientes... Qué sé yo... No sé explicar cómo me siento yo... ¡¿Cómo voy a jugármela con cabezas ajenas?! No es que tú seas ajeno... Eres cercano... Pero un "nada" es muy indeterminado, deja demasiado a la interpretación... No sé qué hacer con un "nada", ¿me entiendes? ¿Qué hago con un libro abierto que tiene las páginas en blanco? Mi libro tiene los márgenes llenos de garabatos... Incluso un marcapáginas para recordar por dónde voy, y... Y creo que he vuelto a irme del tema... En fin... ¡¿Es que no dices nada?!
- No sé... Hay demasiados garabatos, se ha caído el marcapáginas... Y yo soy un libro en blanco...
- Lo has entendido todo al revés...
- No, si está bien. Me gusta. Aunque no me extraña que tengas el libro lleno de garabatos... ¿Te hago sitio en el mío?

A ver cómo avanza la cosa...

Minutos, horas, días antes de que termine el año solemos hacer balance de lo bueno, lo malo, lo que pudo ser y no fue, lo que fue y no debió ser... Por suerte, hasta hoy, el saldo siempre me ha dado positivo y los buenos momentos han superado con creces a los "días rojos" de los que hablaba Holly Golightly (Audrey Hepburn) en Desayuno con diamantes...

Pero, como tenemos perspectiva de futuro y no sólo de recuerdos vive el hombre, en esa época también nos da por proponernos nuevas metas... Afán de superación, descontento con el yo "presente", influencia del entorno o vete tú a saber qué. Lo cierto es que caes y te escuchas diciendo:

- Voy a ir a clase
- Voy a estudiar desde el primer día
- Voy a apuntarme a clases de inglés, francés, chino cantonés (¡NO!), fotografía, pintura, guitarra...
- Voy a sacarme el carnet de conducir
- Voy a dejar de fumar
- Voy a apuntarme al gimnasio
- Voy a ahorrar

Y un largo etcétera. Y, el tiempo vuela, oye... Y los propósitos de Año Nuevo van cogiendo polvo... Y llega un 9 de mayo (la Unión Europea cumple años...), a 3 días de empezar la matanza de mayo (la historia de cómo Bolonia me robó la Navidad y la primavera trompetera la dejamos para otra ocasión...), y te asalta la vieja idea de escribir un blog... Y de llevarlo (más o menos) al día...

Primera piedra puesta. A ver cómo avanza la cosa...