jueves, 7 de junio de 2012

A veces se agradece enterarse de lo que pasa alrededor...

Creo que alguna vez he hablado de lo de que el humor se extiende... "Always UP! felicidad contagiosa", Validation, "Además, la felicidad no es un derecho sino un deber, porque si no eres feliz estás amargando a todo el barrio" (de No estás deprimido, estás distraído, por Facundo Cabral), los árboles de los problemas y los hilos blancos se han convertido en máximas que intento llevar a mi día a día...

Hoy todas estas teorías me han dado en la cara. Situación A: voy camino del Metro, paso por un edificio del barrio, va el típico cartero con su carrito por delante. Es encantador, la verdad. Saluda con educación y un humor inmejorable a los que entran y salen. Los vecinos le corresponden, le sonríen, le preguntan si hoy va cargado... Por un momento se me ha pasado por la cabeza una escena de El show de Truman, todo muy coreografiado, tan bonito que no parece de verdad. Situación B: voy camino del Metro (sí, hoy he ido mucho en Metro...), cruzo por una callecita que solo tiene un carril en cada sentido. Dejo pasar un coche que va despacito. Le sigue otro, que se ve que tenía prisa, dando toquecitos de claxon (supongo que en la autoescuela te enseñan a pisar el acelerador cuando el de atrás toca la bocina... Ni idea, sigo sin apuntarme a la autoescuela). El primer coche se detiene, el segundo continúa. La señora que iba en el primer coche baja, llamando de todo (amargao, impotente y alguna perla más) al señor con prisa.

Hasta aquí, los hechos. Divaguemos un poco... Situación A: los vecinos de la urbanización salen de buen humor, han aprendido del cartero y van repartiendo buen rollo allá por donde pasan. Situación B: la señora del coche entra en la tienda de fotocopias y paga su mal humor con el señor de la tienda de fotocopias, que no tiene culpa, pero se la lleva... El señor de tienda de fotocopias se queda tocado y atiende al próximo cliente de aquella manera... Y así, suma y sigue...

Sí, sí, he sido super demagoga... Lo sé... Pero tampoco cuesta tanto ser un poquito majo y hacerle la vida un poquito más fácil a la gente, ¿no?

NOTA MENTAL: nada de esto habría sido posible si hubiera ido escuchando música... A veces se agradece enterarse de lo que pasa alrededor...