jueves, 19 de septiembre de 2013

Entre la pedrada y el regalo...


"Buenas noches. Hoy quiero hablarles del fenómeno de la comunicación.
- Manolo
- ¿Qué?
Eso es comunicación.
-Manolo
- ¿Que QUÉEEEUEEE?
Eso es mejor todavía, eso es mejor comunicación.
- Manolo
- ¿Eh?
Ahí está fallando la comunicación. ¿Por qué? Porque el emisor emite, pero el receptor no recepta nada".

Si uno sigue con el monólogo, se llevará perlas como que la palabra conduce a engaño (el momento del tío intentando convencer al león de que es amigo de Félix Rodríguez de la Fuente para que no se lo coma me parece una maravilla), peeeero no es ése el asunto que nos (me) ocupa. El asunto es el de "el emisor emite, pero el receptor no recepta nada".

Y eso nos (me) lleva al "creo que tu gran reto es decir las cosas".

Tanto hablar y no decir nada (un clásico). O decir las cosas de forma que no se entienden como quieres. A veces, somos difíciles de entender. No es que hablemos idiomas diferentes, sino que simplemente no somos capaces de decir lo que llevamos dentro. Que intentamos moldearlo. "La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura ciertamente será aceptada con agrado" (1). Y, claro, tanto embalar y tanto ofrecer con ternura, que al final la verdad está tan envuelta que el que se lleva el pedrusco piensa que todo está estupendamente y tú te quedas con el comecome... Pues eso, que hay que hablar, algún punto intermedio habrá... Entre la pedrada y el regalo...

(1) El sueño del sultán

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