Porque nos hemos ido educando, hemos ido cediendo cada uno en lo nuestro... Yo ya no me enfado cuando hace un día de perros y tú dejas en casa los vientos propios de Fuenlabrada el día que decido ponerme un abrigo de mierda, aunque en la radio hablen de 0 grados... Una historia curiosa la nuestra: dos espíritus incompatibles que han logrado alcanzar un pacto de no agresión, una convivencia pacífica. Porque, siendo yo como soy, y siendo tú como eres, o cedíamos y poníamos un poco de nuestra parte o nos declarábamos la guerra...No sé quién ganaría, pero yo lo hubiera peleado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario