jueves, 15 de marzo de 2012

No todos pensamos así...

Dos monedas olvidadas en un banco, una discusión tonta. "¿Quieres elegir a quién se las das o prefieres dejárselo al azar? Las decisiones tomadas al azar también merecen respeto: a veces no se encuentra un motivo suficiente para preferir una cosa entre varias, a veces se ve igualmente justificado hacer una cosa u otra... El azar es perfectamente válido".

Un simple vistazo a su alrededor y había candidatos más que suficientes para recibir el objeto de la discusión: un rockero de la vieja escuela cantando clásicos con su guitarra, un joven arrancando dulces melodías a una flauta travesera, un hombre de mediana edad que caminaba descalzo por los paseos del jardín.

Un chico moreno, con gafas, se acerca al banco mientras lee A sangre fría. Sin levantar los ojos del libro, se sienta en el banco, sobre las monedas. Se levanta contrariado al notar la existencia de algo entre su cuerpo y el banco. Un par de monedas que convertirá en un par de cafés con su cita. Cuando tenga a bien llegar, claro. Puede que lo de que las chicas son impuntuales sea un tópico. Esta, sin duda lo es...

La historia del chico que leía mientras esperaba a la chica podría dar más de sí, pero no se lo dejó al azar. No todos pensamos así...

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