sábado, 17 de marzo de 2012

Viaaajar en tren / es lo mejor

Las manos apoyadas en el cristal, como un niño ante el escaparate de una pastelería. El vidrio se empaña bajo sus dedos, calientes, que contrastan con el frío de la pantalla. Aunque retire las manos, cosa que no parece que vaya a hacer en los próximos minutos, la huella permanecerá unos segundos más, reacia a abandonar su sitio, como él. El conductor como si la cosa no fuera con él, indiferente ante un paisaje que tiene fascinado al improvisado espectador. ¿Está vigilando el hacer del conductor? ¿Fantasea con ser él quien controla la máquina? ¿Siente curiosidad por ver a través de sus ojos?

Puede que al otro lado del cristal las cosas sean más interesantes que dentro del vagón, con su centenar de personas mirando por la ventana, leyendo libros, subrayando textos, escuchando música, mostrando devoción por su smart phone, dando cabezadas... No. Sin duda, las personas que dan cabezadas pueden ser más entretenidas. Están las que nada más sentarse cogen la postura para echarse un sueñecito, las que caen en los brazos de Morfeo mientras leen y despiertan sobresaltadas intentando fingir que no ha pasado nada, las que tienen la cabeza descolgada y reabrirán los ojos con dolor de cuello, las que se balancean como péndulos y dan respingos, las que duermen con la boca abierta, las que terminan apoyándose en el de al lado, las que resoplan...

Viaaajar en tren / es lo mejor...

2 comentarios:

  1. En contra de mi voluntad, yo me convertí en trabajadora y en ser de esas que dan cabezadas y toman posiciones para ello ya desde que se sientan...

    Un beso!
    Marta

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  2. Jaaaaaaaaajajajajaja... Yo soy de las que ven al espectador, a los del vagón... Y se inventa historias al respecto... :P

    Disfruta de los sueñecitos, cuidado con terminar apoyada en el de al lado... xD

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