Minutos, horas, días antes de que termine el año solemos hacer balance de lo bueno, lo malo, lo que pudo ser y no fue, lo que fue y no debió ser... Por suerte, hasta hoy, el saldo siempre me ha dado positivo y los buenos momentos han superado con creces a los "días rojos" de los que hablaba Holly Golightly (Audrey Hepburn) en Desayuno con diamantes...
Pero, como tenemos perspectiva de futuro y no sólo de recuerdos vive el hombre, en esa época también nos da por proponernos nuevas metas... Afán de superación, descontento con el yo "presente", influencia del entorno o vete tú a saber qué. Lo cierto es que caes y te escuchas diciendo:
- Voy a ir a clase
- Voy a estudiar desde el primer día
- Voy a apuntarme a clases de inglés, francés, chino cantonés (¡NO!), fotografía, pintura, guitarra...
- Voy a sacarme el carnet de conducir
- Voy a dejar de fumar
- Voy a apuntarme al gimnasio
- Voy a ahorrar
Y un largo etcétera. Y, el tiempo vuela, oye... Y los propósitos de Año Nuevo van cogiendo polvo... Y llega un 9 de mayo (la Unión Europea cumple años...), a 3 días de empezar la matanza de mayo (la historia de cómo Bolonia me robó la Navidad y la primavera trompetera la dejamos para otra ocasión...), y te asalta la vieja idea de escribir un blog... Y de llevarlo (más o menos) al día...
Primera piedra puesta. A ver cómo avanza la cosa...
Quieren que hable de mi país
Hace 6 años
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