viernes, 14 de mayo de 2010

Ellos tampoco tenían tanta prisa...

OTRO día de cielo gris (oscuro). Ya está bien, ¿no? Hay un montón de ropa fresquita esperando en el armario... Y mis pies dicen que no se meten en esas botas ni un minuto más. Pobrecitos ellos, que quieren chanclas... Paciencia, chicos... Yo también estoy cansada de este otoño-invierno-otoño... ¡Yo también quiero primavera! ¡Y solecito! ¡Y tirarme en el césped! ¡Y chiringuito! Pero nada, paraguas y a la calle...

Charco, saltito. Charco, saltito. Charco demasiado grande, saltito insuficiente, zapatilla-en-el-charco. Sí, me puse zapatillas, y de las que tienen agujeros. Lo hice por los pies (pobrecitos ellos, que quieren chanclas...). Zapatilla-en-el-charco, pie mojado. Pie mojado todo el día. Y resfriado. Y más charcos. Y más saltitos insuficientes. Y más zapatillas-en-el-charco. Y más pies mojados. Y más pies mojados todo el día. Y parece que ya tengo algo de fiebre... Y...

¡YA ESTÁ BIEN!

¿Y qué si llueve? ¡Que llueva! Ya está bien de penar por cuatro gotas... ¿Y qué si se te mojan los pies? ¡Que se mojen! Ya está bien de esquivar charcos... ¿Y qué si se te moja el pelo? ¡Que se moje! Ya está bien de paraguas... Y de morros torcidos. ¡Si el Sol siempre sale!

¿Y sabes qué? Que el Sol salío. A última hora, pero salió. Y parece que la ropa fresquita no tenía tanta prisa por salir... Y parece que los pies (pobrecitos ellos, que quieren chanclas...) agradecieron el remojón... Ellos tampoco tenían tanta prisa...

No hay comentarios:

Publicar un comentario